El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que
la ciencia logra abrir.
El que no posee el don de maravillarse ni de
entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque
sus ojos están cerrados.
El mundo no está en peligro por las malas personas
sino por aquellas que permiten la maldad.
Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy
loco yo o los locos son los demás.
En los momentos de crisis, sólo la imaginación es
más importante que el conocimiento.
Cada día sabemos más y entendemos menos.
Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de
contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí
la mejor de todas: La paz.
Los ideales que iluminan mi camino y una y otra vez
me han dado coraje para enfrentar la vida con
alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la
verdad.
Solamente una vida dedicada a los demás merece ser
vivida
¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar
un átomo que un prejuicio.
No entiendes realmente algo a menos que seas capaz
de explicárselo a tu abuela.
Si tu intención es describir la verdad, hazlo con
sencillez y la elegancia déjasela al sastre.
La mujer, está donde le corresponde. Millones de
años de evolución no se han equivocado, pues la
naturaleza tiene la capacidad de corregir sus
propios defectos.
Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la
educación reglada.
No pienso nunca en el futuro porque llega muy
pronto.